Aceite de coco

8 de agosto, 2017

El aceite de coco es un ácido graso de cadena media con múltiples beneficios para la salud, que además puedes utilizar tanto en la cocina como en otro tipo de aplicaciones externas.

Junto con el aceite de oliva virgen, los frutos secos y el aguacate, el aceite de coco es una de las consideradas grasas saludables que deberíamos incorporar a nuestra dieta a diario.

Hace años se demonizó el consumo de grasas pensando que eran las causantes de la obesidad y numerosos estudios han demostrado lo beneficioso de consumir este tipo de alimentos, que además nos ayudan a perder peso.

Desde la antigüedad el aceite de coco ha sido utilizado con fines terapéuticos debido a sus propiedades. El aceite o manteca de coco posee más de un 90% de aceites saturados y se obtiene de la carne o pulpa del coco, fruto del cocotero (Cocos nucifera). Uno de sus componentes es el ácido láurico, el cual ofrece muchos beneficios a nuestra salud, entre otros, para eliminar bacterias patógenas o algunos virus. Otro componente que posee son ácidos fenólicos antioxidantes, que nos protegen ante los radicales libres y enfermedades cardiovasculares.

El aceite de coco contiene muchos triglicéridos de cadena media, que se metabolizan de manera diferente a como lo hacen los ácidos grasos de cadena larga, los habituales en la dieta. Estos pasan directamente al hígado desde el tracto digestivo, donde se utilizan como fuente inmediata de energía o se convierten en cuerpos cetónicos, que entre otras cosas pueden tener efectos terapeúticos en el cerebro de los pacientes de enfermedades como la epilepsia o el Alzheimer.

Los beneficios del aceite de coco incluyen el cuidado del cabello, cuidado de la piel, alivio del estrés, mantenimiento de los niveles de colesterol, pérdida del peso, estimular el sistema inmunológico, la digestión y regular el metabolismo. También ayuda en problemas renales, enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, diabetes y VIH, y colabora en la mejora de los dientes y los huesos. Estas ventajas del aceite pueden atribuirse a la presencia de ácido láurico, ácido cáprico y el ácido caprílico y sus respectivas propiedades, tales como antimicrobianas, antioxidante, anti fúngicas, antibacterianas y cualidades calmantes.

Hay dos métodos principales de extracción del aceite de coco. El primero es la presión en frío del coco seco y el segundo es hervir la leche fresca de coco. Al calentarlo se destruyen muchos de sus nutrientes por lo cual recomendamos siempre consumir todo tipo de aceites que sean virgen y de “primera presión en frio”.

Si has decidido incorporar el aceite de coco en tu dieta ven a vernos y te asesoraremos, tanto si lo quieres para uso alimenticio o como cosmético.

También puedes hacernos cualquier pregunta en nuestra página de Facebook o solicitar consulta con nuestros especialista en el Centro de Terapias Múltiples Capella

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